Hoy en día, tener un motor de reservaciones en una página web propia es una de las mejores decisiones que puede tomar un hotel. ¿Por qué? Porque se trata de tener el control total de tus ventas y de la relación con tus clientes en tu canal directo de ventas.
Cuando dependes exclusivamente de agencias de viaje en línea (OTAs), estás cediendo parte importante de tus ingresos en comisiones, que en algunos casos pueden ser muy altas. Además, no tienes acceso directo a la información del cliente para personalizar su experiencia o fidelizarlo. Con un motor de reservaciones en tu propia página web, no solo te ahorras esas comisiones, sino que construyes una relación directa con quien reserva.
Por otro lado, la página web es como la «cara digital» de tu hotel. Es el lugar donde puedes mostrar tus instalaciones, servicios y ventajas de forma auténtica, sin intermediarios que puedan restarle valor a tu propuesta. Si alguien está buscando un lugar donde hospedarse, lo primero que hará es buscar información en internet, y una web funcional, rápida y atractiva puede ser la diferencia entre que reserven contigo o se vayan con la competencia.
Además, un motor de reservaciones integrado facilita la vida tanto para el cliente como para el hotel. Para el huésped, es una experiencia más sencilla y segura: elige su habitación, confirma su disponibilidad, paga de forma confiable y ¡listo! Para el hotel, es una forma de automatizar procesos, reducir errores humanos y gestionar reservas en tiempo real.
En resumen, contar con un motor de reservaciones y un canal directo de ventas en tu web es como tener tu propio equipo de ventas trabajando las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Es una inversión que se traduce en más ingresos, más control y una mejor conexión con tus clientes.